31 oct 2010

Crónica de una refugiada en Madrid


Yo no estuve, pero me lo contaron. Digamos que asistí a la sesión otoñalmente, pero desde el exilio. Desde el exilio casi todo se contempla con aire melancólico. O a lo mejor fue el frío inoportuno de Madrid, que hacía que pesase más estar a unos 400km de distancia del Soul Food una tarde de sábado (sábado 23) a la hora de la merienda.

Todos hemos tenido a lo largo de nuestra vida meriendas que parecen fotos. En este caso, yo no tuve merienda pero sí muchas fotos. Sin embargo, muy atenta al teléfono, a una llamada de Juanma Prieto, un sms de algún otoñal, me pareció saborear los dulces o desdoblar un poema de Joaquín para moder un barquillo. Sé que las niñas -el argot familiar de Otoñeces, que nos hace meter en un pack a Nazaret Castro y a María Ortega- estuvieron especialmente tiernas, aún más si cabe de lo que son, porque los sábados por la tarde con hojas secas en el patio tienen un carisma de dulzura casi mágico. Creo que el café tuvo un sabor diferente aquella tarde. Quizás fueron las plantas, la vegetación plástica fundida con la real.

Marta Merino, con un tono suave, casi diluido en invierno, habló de " la temperatura de un cielo sin enigmas". Joaquín Pérez Azaústre sacó su lado más otoñal -que también lo tiene, y está muy guapo con él- y nosotros lo encorsetamos en barquillos. Él quedó encantado con la experiencia. Me regaló, minutos más tarde del fin de la sesión, su crónica particular y, días más tarde, una reseña llena de ilusión y cariño. Yo le debo un gin-tonic. Con Marta me pasa lo mismo que con las niñas, que me muero de ganas de darle un abrazo grande grande.

El 'Soul Food' vibró con tonalidades casi sacadas de la infancia. ¿El mérito? De Lola y su creatividad. También de todo su equipo, que pusieron toda su creatividad, ganas y fuerzas al servicio de Otoñeces para darnos uno de los regalos más bonitos de octubre.

Gracias a todos por venir a merendar con nosotros. También a Salud Ortega Losada, (también a María) por sus fotos, que se tradujeron en sonrisas en Madrid.

Habrá otra merienda (domingo 28 de noviembre) aún más otoñal si cabe y esa espero que no me pille en el exilio. De momento, me quedo con recuerdos prestados en forma de fotos:

Detalles otoñales
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Joaquín Pérez Azaústre y Marta Merino durante el recital
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Nazaret Castro y María Ortega, que se declaran responsables de la intervención en el patio
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Marta Merino: casi invierno
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Joaquín Pérez Azaústre y su poesía otoñal
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Dulces y barquillos para con el café
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Las mesas del patio: poemas-objeto
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Detalle de la intervención de María Ortega y Nazaret Castro

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